Jeanette Vizguerra

Colorado


Durante el tiempo que yo estuve detenida 

vi cómo se vivía dentro del centro de detención:

las injusticias, las violaciones de derechos humanos. 

Por eso yo comenzé a fundar el movimiento 

de derechos inmigrantes en Colorado. 

Ya tenía un año mi primera apelación pendiente, 

cuando me hablaron de México.

Que mi madre estaba en el hospital muy enferma, 

que tenía cancer, ya muy avanzado 

y que solo le daban de dos a tres días. 

Me pregunté "¿Que hago?" 

La gente me decía, "Si te vas, se va a complicar tu caso 

y ya no vas a poder arreglar." 

Pero mi corazón me ganó.

Yo dije, "Solo le están dando días. 

Es mi madre y va a ser la última vez que yo la vea.”

Realmente no pensé en los papeles. 

Yo pensé en mi madre y en que yo tenía que ir.

Hablé con el papá de mis hijos.

Yo decidí ir. Fui allá. 

Sí falleció mi madre.

Fue una etapa muy difícil.

En Mexico no encontraba trabajo, 

Las excusas que ponían era por la edad.

Me pregunté "¿Cómo en mi propio país me discriminan por la edad?" 

Pero sentía que también estaba perdiendo a mis hijos.

Era como de alguna manera ya estaba experimentando 

como si hubiera sido la deportacíon.

Le dije al papa de mis hijos que no sabía cómo, ni cuándo, 

pero que yo iba a regresar, 

que mis hijos eran mi motor, eran mi vida 

y que sentía que estaba perdiendo la otra parte de mi vida.

Asi decider regresar. 

Caminé siete días con sus noches por cerros 

que ni yo sabía cómo podía subir. 

Ya no podía caminar, mis pies estaban deshechos. 

Yo nada más veía al cielo y decía, 

"Madre ayúdame, yo necesito llegar con mis hijos", 

le pedía a Dios que me diera fuerzas. 

Lo único que nos daba luz era la luna. 

Me hacía recordar a mi niña y eso me daba fuerzas.

Desafortunadamente nos detuvieron en la frontera 

Estuve tres meses y medio detenida otra vez en El Paso. 

Yo decía, "No me importa cuánto tiempo yo esté aquí detenida" 

Era como una esperanza sentir que mientras estuviera de este lado 

yo tenía esperanzas y yo peleaba. 

Yo misma dentro del centro de detención ayudaba las internas a llenar papeles.

Yo seguía también peleando mucho mi caso, 

mandando peticiones a mi oficial de deportación, al director, 

haciendo lo que creía que podía ayudarme.

Me dormí, y tuve un sueño tan real. 

Sentí que estaba en un lugar y que estaba mi madre. 

Mi madre me abrazaba, y me decía, 

"No te voy a dejar mija, todo va a estar bien", 

En ese trayecto pasó algo raro: 

me habían cambiado el oficial de deportación 

y no me habían dicho.

Cuando yo hablaba con mi mi abogada, estaba también llorando, 

"No lo puedo creer" dijo, 

"¿Qué pasó?" decía

"Te vas a quedar". 

Dije, "Mi mamá sí me ayudó". 

Hasta mi oficial de deportación me dijo, 

"¿Le puedo dar un abrazo señora? 

Lo siento mucho por todo lo que ha pasado 

porque quiero que hoy mismo vaya con sus hijos." 

Y regresé a Denver.

En mi primer check-in el oficial de deportación aquí en Denver me dijo, 

"Si te voy a deportar en unos meses lo puedo hacer hoy mismo.” 

Me arrestó casi en frente de mis hijos. 

Vi todo el dolor en sus caritas de mis hijos, llorando, gritando. 

y eso a mí me llenó de mucha indignación. 

Peleé con el oficial, le dije:

"No te voy a hacer fácil tu trabajo. 

Te voy a cobrar cada lágrima que están derramando mis hijos." 

Empecé a movilizar a la gente otra vez.

Sí, otra vez pude salir y de ahí no he parado de luchar.

Sabiendo que mi caso era mas difícil. 

Trabajé nueve meses en fundar el movimiento Santuario en Denver 

Asi Comenzó la coalición con cinco iglesias 

y Desafortunadamente yo había creado esto para mí 

y ahora yo estoy en el aire. 

Estoy en el limbo porque entró una persona 

Y preguente a mi misma ¿Y ahora dónde voy a quedar yo?

La excusa siempre de las iglesias ha sido que, "No tenemos un shower". 

Yo les decía, "Es que el shower no es importante. 

Lo único que queremos es un espacio seguro 

donde inmigración no nos pueda detener".

Por fin encontré una iglesia que me dio santuario. 

En la mañana me levanté, 

me arreglé, me bañé y todo. 

Pasé por mis hijos a la casa de su papá,

para venirnos a la iglesia. 

De pronto salimos de la calle donde él vivía 

Y veo que una camioneta blanca me empieza a seguir. 

Manejé, pero yo iba viendo por el espejo.

Me pasaba muy rápido de carril 

y veía que tambien ellos se cruzaban de carril

Ya fue cuando le dije a mis hijos, 

''Nos vienen siguiendo y es ICE. 

Ya sabe cada quién lo que tiene que hacer.” 

Porque siempre hacíamos planes

Ya sabía que alguien le tenía que llamar a mi coordinadora, 

otro le tenía que llamar al papá, 

otro tenía que grabar.

La niña chiquita fue la que más como que se espantó. 

Les digo, ''No se preocupen, ahorita los voy a perder''. 

Ya su papá estaba en la línea con el niño, 

mi coordinadora estaba en la línea con mi otra niña en el camino

y me dice la chiquita, ''¿Yo que hago mami?'', 

''Ya sabes lo que tú tienes que hacer: Livestream!

Para que todos vean todo en vivo''.

Me salí rápido en una calle y ellos ya no pudieron pasar. 

Cuando ellos ya venían empezó a pasar el tráfico y

me empecé a venir por diferentes calles y todo, 

muy rápido y pude llegar a la iglesia. 

Llegué a la iglesia y metimos muy rápido.

Estaba por la ventana adentro de la Iglesia, 

seguía yo hablando con mi coordinadora de cómo era el carro 

que me venía siguiendo 

cuando de pronto veo que la camioneta pasa 

por un lado de la iglesia, 

Ahí fue donde aprendí que ellos monitoreaban mis redes sociales. 

Porque la dirección del evento en la iglesia la puse ese mismo día

¿Por qué está pasando la camioneta por aquí? 

Porque vieron el evento y revisaron la dirección de la iglesia.

Pero ya estabamos todos adentro. 

En mi cabeza es como, "Ya se jodieron. 

Ya otra vez les gané", 

Hicimos otra vez todo lo que se tenía que hacer:

la rueda de prensa, hablamos del reentre, 

de qué otra vez las leyes estaban fallando.

Que eso nos estaba mostrando que la era Trump iba a ser difícil, 

que todo iba a cambiar.

Ahora estoy aquí, 

ya son dos años. Sigo organizando. 

Hace como un mes, salí de Santuario para ir a Delaware,

a la Oficina de Transición de Biden.

También fue todo muy planificado, lo seguridad, todo. 

Fui a hacer una acción allá, entregé una carta para pedir 

que él necesita incluir en cualquier tema de inmigración 

a las más de 150 personas que estamos dentro de Santuario.

Como había dicho yo en el pasado, 

que estaba lista para estar cuatro años en santuario. 

Yo creo que esta vez sí iba a estar cuatro años. 

Sabía que no iba a ser fácil, porque uno se mentaliza. 

Yo desde que empecé a fundar Santuario, 

sabía que iba a haber una fecha de entrar, más no de salir. 

Estoy aquí ya casi dos años, yo sigo organizando. 

Aquí es como mi oficina, mi casa, mi todo.

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